lunes, 9 de abril de 2012

Keep me in your heart for a while - Warren Zevon

Relaciones. El ser humano relaciona conceptos continuamente. Une unas ideas a otras sin cesar, creando cadenas infinitas en las que almacena todo su conocimiento. Relaciones que nos permiten aprender y recordar. Relaciones que nos permiten relacionarnos.

Relacionas al de sociales con Ismael Serrano, a tu mejor amigo con Amaia Montero y a tu tío con los Mojinos Escozios.Y etcétera etcétera. Sin darte cuenta unes cada una de las personas que conoces con cada una de las canciones que te gustan. Pero no te quedas ahí. Ni mucho menos.

Relacionas el chubasquero rojo de tu padre que te queda enorme con el chico mayor con el que compartiste una tarde lluviosa de atletismo, las amapolas con el pueblo minúsculo que tienes en León, las croquetas con tu abuela , los cacahuetes con ese viaje que te marcó para siempre, y el mar... el mar lo cargas de vacaciones, de infancia, de juguetes y joguinas, de sal, de sol y de sonrisas.  A tu cerebro le gusta, le encanta el juego y continúa.

Y así es como ajedrez es sinónimo de abuelo Antonio, mientras que higos y tomates significan abuelo Toñín. Porque ajedrez significa urbano y tomates solo puede significar rural. Así es como el 85% de tu vida se puede resumir en las palabras Harry y Potter. Dos palabras, que podriamos desarrollar un pelín más si dijésemos Ana, Teresa, Helena, Doraemon, Novita, TJ, Spinelli, Gus, Bins, Phineas y Ferb. Dos palabras que incluso podríamos sustituir por una, Marina. Porque tu nombre también es una relación de conceptos, la mayor de todas. La más importante.

Botones, plastidecor, renacuajos, escayola, chupa-chups de yogurt de fresa. Relaciones que te permiten recordar, relaciones que no te dejan olvidar. Relaciones.


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