sábado, 27 de julio de 2013

I want to break free - Queen

Quiero volar.

Volar alto, por encima de todo y de todos. Volar lejos. Recorrer el universo flotando en el aire, y quizás no volver a aterrizar nunca.

Volar, pero no en avión, no saltar en paracaídas, no tirarme desde un sitio alto.
Volar, pero no en bandada como los pájaros, no movida por el viento como las hojas, no sin rumbo.

Quiero volar. Sueño con volar. Como voló Freddie Mercury aquella noche en Wembley. Brillantemente amarillo, brillantemente libre. Volar como vuela Usain Bolt, como volaba Joaquín Blume. Desde las anillas al cielo. Ser eternamente grande.

Despegar los pies del suelo y envolverme en aire durante unos instantes. Son pocas las veces que he logrado volar así. Volé bastante alto la primera vez que doné sangre y descubrí que no es tan difícil como imaginaba, que es más precioso de lo que había soñado. Volé los 17 días cortos en los que recorrí Senegal junto a otros 99 pequeños voladores madrileños. Y decidí que quería dedicar el resto de mis segundos a volar a pie con el mundo a cuestas.

Levito suavemente al principio de cada carrera, pero vuelo altísimo cuando llego a la meta. Cuando corro al máximo de mis fuerzas, cuando logro que el corazón se desboque, cuando agoto mi cuerpo. Cuando llueve y corremos a escondernos del cielo, cuando no encuentro el final del mar. Cuando lloro de emoción. Cuando río de felicidad.

Volar es lo más grande que nadie ha hecho nunca, por eso sueño con volar. Con encontrar esa sonrisa perdida que compita con la Luna en deseos cumplidos, con cantar a gritos mis canciones favoritas, con que alguien llore cuando lea lo que escribo, con despertar con un perro gigante durmiendo a los pies, con dormir contando estrellas. Con hallar por fin esa pizca de magia blanca que todos buscamos. 
O quizás, con no encontrarla nunca y seguir buscando, volando.


Quiero volar. Porque volar, ante todo y sobretodo, es estar vivo.

Texto participante en el concurso "Discovery Underground Madrid2020"