jueves, 28 de noviembre de 2013

Viure sense tu - Antònia Font

No es (era) mi grupo favorito. Para qué voy a mentiros siendo las horas que son. Con el frío que hace.
Ni siquiera estaba entre los 10 primeros. Pero me gustaban.

A veces hay cosas que te gustan diferente al resto de cosas que te gustan y eso no quiere decir que te gusten más, o que te gusten menos.

A mí me gustaban (gustan) diferente.

Me gustan porque no me gustaron nada al principio. Porque los conocí en un concierto, en Madrid, al que no quería ir. Para el que no tenía edad ni ganas. Fui por no desaprovechar la entrada.

Me gustan porque me cuesta la vida entender sus letras. Separar la voz de la música, del acento mallorquín cerrado, y sacar las palabras. Entender lo que esas palabras significan. Montar la frase. Montar la estrofa. Entender sobre qué están cantando. Es un proceso largo, por eso cuando me gusta una canción suya, me encanta. Porque la entiendo.

Me gustan porque les vi en una sala pequeña pero abarrotada. Les vi saludar en castellano y dar las gracias en catalán. Les vi sonreír flojito, y levitar un poco después de cada canción, y atreverse a apuntar con el micro a un público incierto y tímido. Cinco chavales que no podían creer lo que estaban viviendo.

Me gustan porque, admitámoslo, no son guapos. Ninguno. Nada. Absolutamente. Cero. Y lo saben.

Me gustan porque el cantante no es el líder de la banda.

Me gustan porque en ese concierto minúsculo en esa ciudad aparentemente enemiga, el público cantaba las canciones. Canciones, recordemos, en catalán. Catalán, recordemos, de Mallorca. Canciones que habían tenido que rescatar, traducir y memorizar. Hay que ser muy bueno para gustarle a gente que no entiende lo que dices.

Me gustan porque un chico se acercó a pedirme que le tradujera "Illes Balears" que no la había entendido nunca. Illes Balears la cantan marcha atrás, no la entiende nadie. Me gustó que él se riera.

Me gustan porque han escrito canciones sobre un batiscafo, sobre un paraguas, sobre productos de limpieza, sobre amazonas en la Luna, sobre una pareja de patinadores que decide casarse en directo, en las Olimpiadas de Calgary 88. Sobre carreteras que no van a ninguna parte. Y sobre Clint Eastwood.
Me gustan porque son capaces de decir "hace años que no te duchas" o "los ovnis se estampan" y que suene a poesía. Por la misma razón por la que me gusta Extremoduro.

Me gustan porque sé que los voy a echar de menos, aunque no los necesite. Porque no son los mejores, pero son diferentes.

Fins aviat, Antònia Font.


"I arriba un dia que sa vida és un teatre que se diu felicitat, primavera i trinaranjus"
"Y llega un día  que la vida es un teatro que se llama felicidad, primavera y trinaranjus"