viernes, 30 de enero de 2015

El dormilón - Iván Ferreiro

- ¿Qué haces cuando no duermes?
- Escribo
- Escribes mucho entonces
- Muchísimo
- Y ¿sobre qué escribes?
- No sé. Sobre el pasado, el futuro, el mundo, la vida, sobre ti, sobre mí, esas cosas. Escribo lo que soñaría si durmiera.

Abril levantó la cabeza de su hombro y lo miró. Lo miró como si no le hubiera visto nunca. Como si acabara de aparecer debajo de su oído. Lo miró y pensó guau.
Julio sonrió.
- Se puede vivir sin dormir, pero no sin soñar.

Pero cómo no iba a enamorarse de él.

Ella es la esperanza de la humanidad
él escribe mientras ella duerme

jueves, 15 de enero de 2015

Kalinka - Canción tradicional rusa

Es pequeño.

No sé cuántos años tiene porque no sé calcular edades de niños. Pero Mario, el más chiquito del grupo de peques del campamento, cumplió allí los cinco. Y él es más pequeño que Mario.

De todas formas, da igual. Porque no tendría cinco años aunque los tuviera.
Es pequeño, es muy pequeño, pero no es un niño.

Es un flequillo castaño rectísimo, un puñado de pecas y unas manos prematuramente ásperas. Y unas zapatillas con las suelas gastadas, un jersey de lana y la sonrisa más muerta de Estambul.
Es un acordeón que lloriquea entre sus dedos, y una cazuelita con tres monedas frías.
Es esa música rusa que suena triste precisamente por ser demasiado alegre.
Es un cártel que dice "Give me for food, sir"
Y unos ojos negros.
Y es pequeño.
Pero no es un niño.

No es un niño. Qué va.
Cómo va a serlo si ya sabe sonreír de mentira, si ha olvidado como se sueña sencillo.
Si tiene más vida entre sus dedos que yo en todos mis cuadernos de notas.
Si sus ojos miran triste cuando canta.

No es un niño, pero es pequeño.
Muy pequeño.


Estambul, 2014