miércoles, 29 de noviembre de 2017

La puerta violeta - Rozalén

Somos muchas. 
No había pensado en todas las que somos hasta ahora que nos veo juntas y somos más de la mitad del planeta que habitamos. Somos una manada de gente. 
Y somos la gente más poderosa que conozco. 

Somos gente fuerte, valiente, brillante. Somos tierra y somos agua y somos semilla y somos lo más parecido a la magia que es capaz de hacer el ser humano. Y lo somos todos los días de nuestra vida. Todos. 

Normal que nos tengan envidia. Normal que nos odien. Normal que nos teman. 
Normal que nos teman ahora que nos damos la mano y les damos la espalda y abrimos la boca y reímos a carcajadas. Normal que nos odien porque nuestra voz es más fuerte que sus brazos. 
Normal que nos tengan envidia ellos, que lo único que tienen son brazos, cuando levantamos los nuestros y gritamos "Ni una menos". Normal que les asuste. 

Porque somos imparables. 

Más les vale que se preparen. O que se unan a nosotras. Más os vale tomar partido ahora, que estamos empezando a levantar el grito, porque no pensamos parar a esperaros si tardáis en decidiros. Porque a nosotras no nos ha esperado nadie. Nunca. 
Y ahora, que por fin despegamos, que estamos juntas, que sabemos lo muchas que somos. Ahora, que por fin hemos dejado de creernos que necesitemos a nadie que no seamos nosotras mismas. Ahora que somos imparables, no vamos a esperaros. 

Tomad partido y tomadlo bien. Sacad por favor de una vez la cabeza de la niebla. Hacéos el favor de creednos cuando os decimos que estamos cambiando el mundo. Que estamos cambiando el mundo. 
Y que os queremos con nosotras. Y que nos necesitáis con vosotros. 
Y que vamos a ser muy felices juntas. Y que no vais a poder evitarlo. 

Hacéos el favor de entender que nos habéis criado expertas en amar. Máster en cuidados. Y que lo seguimos siendo. Que nada ha cambiado, pero que todo va a ser distinto. 

Que somos tan buenas amando, que hemos decidido amarnos a nosotras. 
Que somos tan imbatibles cuidando, que ahora vamos a cuidar de nosotras. 

Así que uníos a nosotras o echáos a un lado y observad la magia que es nuestra existencia. 

Que nuestras voces son más fuertes que vuestros brazos. 
Que nuestra risa suena más alto que vuestros gritos. 
Que vamos a ser felices.
Que vamos a ser libres. 
Que vamos a hacer lo que queramos, que ya es hora, y vamos a empezar hoy. 

Y que no es que no sepamos ni coser botón, ni freír un huevo.  Es que no nos da la gana.



4 comentarios:

gregatrey dijo...

"Pero es que yo soy hombre y feminista y no me parece justo que nos trates a todos por igual porque es que no somos todos iguales, porque yo soy bueno. Soy muy bueno yo, ayudo a mi madre a fregar los platos y hago el plural en femenino".

Pues enhorabuena. Gracias por tratarnos como los seres humanos que somos.
Circule, por favor.

Anónimo dijo...

Yo anhelo que todo sea distinto.
Los que estéis con nosotr@s no os quejéis del trato sino arrimad el hombro, hombre.
Que ya está bien.
Y no tengáis miedo de las voces, de la fuerza de la voz, de la libertad, ni de freír un huevo.

pepime dijo...

Towandaaaaa!!!
Yo también quiero vernos empoderadas. Y más que eso quiero vernos empoderad@s. Juntos. Hombro con hombro. Me gusta mucho releer tu escrito y pensar que lo somos todos. Tierra, agua, semilla, casi-magia. Todas. Todos.

gregatrey dijo...

Gracias Anónimo. Yo también anhelo que todo sea distinto. Bueno, todo no. El helado de avellanas puede seguir siendo tal cual.

Pepime, yo tengo la sensación de que para que nos empoderemos juntos tenemos que empoderarnos nosotras primero un pelin. Ademas creo que lo estamos haciendo poquito a poco, y que esta quedándonos bonito. Pero si, juntos somos mejores que separados. Eso seguro :)