domingo, 16 de noviembre de 2014

Fare Thee Well - Oscar Isaac (BSO Inside Llewyn Davis)

A veces hay cosas que no entiendo.
Por ejemplo.

Abanicos. ¿Por qué mover el aire hace que esté más frío?
Traer y llevar, ir y venir. ¿De verdad es tan importante para el mundo saber si yo estoy o no en el lugar al que se desplazan los objetos y las personas?
Lapidación. ¿Cómo una palabra tan bonita puede significar algo tan tremendamente horrible?
Felicidad. ¿Es normal que se me atasque un poco la lengua al pronunciarla?
Nieve. ¿Por qué es blanca?

A veces hay cosas que pasan por encima de todos mis esquemas y me revuelven los apuntes. Cosas que se esconden en una esquinita, en algún lugar perdido de mi mente donde casi siempre llueve y solo es primavera uno o dos días al año. Y no las entiendo.
Por ejemplo.

El saque de mano baja de voleyball. ¿Por qué después de 5 años aún no soy capaz de hacerlo bien?
Dinosaurios. ¿Por qué se extinguieron en lugar de transformarse en dragones?
Árboles. ¿Cómo hacen para comer cuando se les caen las hojas?
Palomitas de maíz. ¿No es acaso magia que haya algo tan blanco y tan blando dentro de algo tan pequeño y tan duro?

Hay un puñado importante de mundo que de verdad que se me escapa.
Quizás porque brilla demasiado rápido.
Quizás porque gira demasiado fuerte.
O viceversa

Por ejemplo.
Yo.
¿Por qué no puedo parar de morderme las uñas? ¿Por qué siempre tengo hambre? ¿Por qué me duele el oído derecho cuando empieza el frío? ¿Por qué me gusta la Navidad si no me gusta la Navidad? ¿Por qué ya no me acuerdo de lo que sueño? ¿Por qué nunca soy capaz de elegir bien a la primera? ¿Por qué me da tanto miedo todo?

A veces pienso sobre ese porcentaje del universo que no entiendo, sobre si se estará haciendo más grande a medida que yo también lo soy, o si he conseguido reducirlo un poquito. Sobre qué preferiría que pasase. Sobre qué es mejor y qué me haría más feliz. Sobre por qué esos dos conceptos casi nunca van juntos. Lo mejor y lo feliz.

Y no sé. No suelo llegar a ninguna conclusión.
Y creo que tampoco me preocupa demasiado.

La música no tiene absolutamente nada que ver con el texto. Nada de nada. Pero hace unos días vi "Inside Llewyn Davis" y llevo todo este rato con la canción en la cabeza. Y es que es bonita. 

2 comentarios:

gregatrey dijo...

Nada me duele más que contradecirme a mí misma, pero no es sólo que no sepa tomar buenas decisiones a la primera.
A la segunda tampoco acierto demasiado.

Anónimo dijo...

"lo mejor y lo feliz". es un buen titulo para una novela.
la incertidumbre es lo mejor, el aburrimineto es incompatible con la felicidad. Por eso no hay que acertar a la primera.Yo tampoco lo hago. Pero es que yo soy la duda.