Te vas una mañana lluviosa, repetida, vivida ya mil veces, en la que te ves mirar las cosas con ojos de hasta nunca.
Cuando echas de menos lo que aún tienes. Cuando tienes nostalgia de ahora. Ahí te vas.
Cuando te descubres imaginándote en otro sitio. En un lugar que no se define por nada, porque nada lo hace distinto a este en el que ahora estás, excepto que no es este. Porque es otro.
Porque te vas.
Empiezas a irte un poco cuando sonríes en ese entonces en el que aún no estás. Pero estarás. Te irás cuando te preguntes si serás feliz en quien sabe dónde. Cuando dudes y temas y quieras pero no quieras marchar.
Cuando la despedida te duela. Cuando añores ese autobús frío, lento, siempre con retraso, siempre lleno en el que ya no viajas.
Cuando ya no puedas quedarte. Porque te habrás ido.
Siendo esta una canción de Sabina que, sin que sirva de precedente, bah.
1 comentario:
Muy bien contado.
Menos mal que solo se puede seguir . De no ser así, igual teníamos la tentación de quedarnos . Error, hay que irse. Adelante!.
soy yo.
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